Renovar el permiso de conducir en Cantabria

Desde la entrada en vigor de la nueva ley de Centros de Reconocimiento para Conductores, ya no es obligatorio acudir a la Jefatura Provincial de Tráfico de Cantabria para renovar el carnet (aunque puede seguir haciéndose). El ahorro de tiempo es considerable. Adiós a las largas colas de Tráfico. Se puede tramitar toda la gestión en los propios centros médicos de reconocimiento de conductores. Allí se presenta la documentación necesaria (DNI y Carnet de conducir caducado), se realiza el examen médico – psicotécnico, se pagan las tasas oficiales de Tráfico y se hacen las fotos; no es necesario llevarlas, es más, no sirven. Solo sirven si se renueva el carnet directamente en la Jefatura de Tráfico de Santander. Aunque ir directamente a Tráfico, además del desplazamiento, significa presentar:

  • El impreso oficial de la solicitud de renovación del permiso (nos lo proporcionan en la Jefatura Provincial de Tráfico de Cantabria).
  • El permiso de conducir caducado.
  • Dos fotografías actualizadas de 32 x 26 mm en color, con fondo liso, tomadas de frente, con la cabeza descubierta y sin gafas de cristales oscuros o cualquier otra prenda que pueda dificultar la identificación de la persona.
  • El informe de aptitud psicofísica expedido por un Centro médico de Reconocimiento de Conductores autorizado.
  • El DNI, pasaporte o Tarjeta de Residencia en vigor.
  • Abonar a la DGT las tasas de renovación del carné (los conductores mayores de 70 años están exentos de pagarla).
  • Y un talón-foto, al que se adhiere una de las fotografías. Este también se obtiene de modo gratuito en todas la Jefatura de Tráfico de Santander). Además hay que recoger nuestra firma en el talón foto para que, junto con la foto, se digitalice para poder transmitirse por vía telemática a los Servicios Centrales de la Dirección General de Tráfico. Desde allí, si todo es correcto, serán nuevamente transmitidos la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre donde se hacen los permisos de conducción.
  • Desde la Casa de Moneda y Timbre nos será enviado el nuevo carné a nuestro domicilio por correo ordinario (sin certificar). El carné puede tardar en llegar uno o dos meses pero podremos conducir con una autorización temporal con noventa días de validez.
Todo ese proceso se simplifica si decidimos renovar el carné en el propio Centro de Reconocimiento. Lo único que tenemos que presentar es el DNI, pasaporte o Tarjeta de Residencia en vigor. En el propio Centro podemos abonar las tasas de Tráfico. Por Ley, los Centros de Reconocimiento no cobrarán por la tramitación con lo que, al menos, además del paseo, nos ahorraremos el importe de las fotos.

Uno de los centros clásicos de Santander, dedicados a los reconocimientos de conductores, está situado en la calle San Fernando:


Y en la Asociación Española de Centros de Reconocimiento de Conductores se puede consultar un listado telefónico de Centros de la región:


Además de la posibilidad de renovar el carné en los Centros, la nueva ley de Tráfico ha traido otras novedades, como:

La ampliación de los periodos de validez del carnet de conducir. Hasta la entrada en vigor de la nueva ley, el carnet de coche había que renovarlo cada cinco años y a partir de los setenta cada dos. Ahora se renueva cada dos años hasta cumplir los sesenta y cinco años. Y a partir de esa edad se renueva el carnet cada cinco años (siempre y cuando el estado físico y mental lo permita).


El certificado medico psicotécnico sirve para cualquier provincia. 
Los informes de aptitud surtirán efecto en todo el territorio nacional, mientras que antiguamente sólo podían surtir efecto en la provincia donde estuviera ubicado el centro.

Ya no se sanciona el tener el carnet de conducir caducado (siempre y cuando no se conduzca con él). Se puede renovar en cualquier momento. No importa cuanto haga que ha caducado; antiguamente transcurrido un número determinado de años sin renovarlo había que volver a examinarse. 


No podrá renovarse si el conductor ha sido sancionado con la retirada del mismo a causa de alguna infracción. Aunque el permiso esté caducado, no podrá renovarse hasta que se haya cumplido la sanción. 


En los casos de sustracción, extravío o deterioro del original, La Jefatura Provincial de Tráfico de Cantabria, previa solicitud del titulare del permiso o licencia de conducir, siempre que esté en vigor, expedirán duplicados de los mismos no siendo necesario realizar el examen piscotécnico.

El mismo día que se apruebe el examen psicotécnico para renovar la licencia, si se tiene carné y no se ha agotado el saldo de puntos, el centro dará un documento provisional al usuario para que pueda seguir conduciendo durante 90 días hasta que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre envíe el carné definitivo al domicilio.

Los centros de reconocimiento tendrán que remitir por vía telemática al Registro de Conductores e Infractores los historiales clínicos en los que se apoyan los informes de aptitud psicofísica al momento de realizar el examen, por lo que el Gobierno podrá constatar que los informes son el resultado de "una exploración completa del estado de salud del afectado". 



¿Hay edad para dejar de conducir?

JESÚS GARCÍA

El País 

La idea de imponer límites de edad en el carné no tiene apoyos


Los ancianos son conductores prudentes, pero han perdido reflejos y reaccionan con mayor lentitud ante un imprevisto. También son responsables al volante, aunque a menudo se despistan en la carretera y ponen en riesgo su seguridad y la de los demás. El envejecimiento de la población multiplica el número de vehículos conducidos por mayores y, por tanto, la probabilidad de accidentes. El asunto preocupa y los expertos debaten cómo gestionar la conducción en la vejez. ¿Hay que imponer límites cuando se llega a cierta edad, convencer a los ancianos para que dejen el carné o dejar las cosas tal como están?

A Jesús Ferro, donostiarra de 87 años, le renovaron el permiso de conducir hace unos meses. Su vista y su oído están casi intactos, pero ha reducido "bastante" el uso del coche. A lo sumo, viaja hasta Irún. "No estoy habituado a la velocidad de hoy. Voy despacio y parece que molesto", bromea Ferro. "Mis hijos me preguntan por qué no lo dejo. Pero mientras me sienta con temple, seguiré. Me da pena dejarlo", concluye.

En España, 2,8 millones de personas mayores de 65 años poseen permiso de conducir, el 11% del total de conductores; 191 murieron el año pasado, o sea, el 13% del total de muertos. Esa diferencia de porcentajes sugiere que los ancianos corren más riesgos en la carretera. "Son vulnerables: a igual impacto, sufren más lesiones y por eso están sobredimensionados en los índices de mortalidad. Con los mismos kilómetros recorridos, sufren más accidentes", afirma Juan Carlos González Luque, asesor médico de la Dirección General de Tráfico (DGT).

A partir de los 55 años, precisa Luque, comienzan a aparecer síntomas que, a la larga, merman la capacidad de conducir. Aunque no es posible generalizar, a medida que pasan los años decaen las condiciones psicofísicas: el anciano pierde visión y capacidad auditiva y, sobre todo, necesita más tiempo de reacción. "Le resulta difícil discriminar objetos en movimiento", añade el asesor. El 67% de los mayores de 65 admite que ha perdido reflejos y que se siente más inseguro al volante, según un estudio sobre ancianos y seguridad vial de la Fundación Mapfre. La capacidad más disminuida es la vista (45%) seguida de los reflejos (25%) y el oído (17%), precisa el mismo informe.

José Antonio Flórez Lozano, catedrático de ciencias de la conducta en la Universidad de Oviedo, subraya la importancia del "estado anímico y afectivo" del anciano, que a menudo pesa más que la pérdida de visión o de reflejos. "Muchas veces, se producen autocidios", o sea, accidentes buscados por personas deprimidas, advierte Flórez, autor de Conductores ancianos, demencia senil y accidentes de tráfico, otro de los pocos estudios sobre una materia que cada día ocupa más a los gestores de la seguridad vial. Algunas enfermedades propias de la tercera edad -y sus tratamientos, que conllevan la ingesta de fármacos- también pueden influir de forma negativa en la conducción.

La circulación a velocidad anormalmente reducida, los cambios bruscos de dirección y la conducción en sentido contrario son algunos de los comportamientos de más riesgo asociados a la vejez. Hay otros -dificultades para aparcar, para respetar las señales o para circular en línea recta-, pero tienen menor incidencia en los accidentes de tráfico.

Para las asociaciones de víctimas, el riesgo es evidente y hay que ponerle freno. "Los ancianos intentan suplir la falta de reflejos yendo más despacio, y eso a veces es un problema. Otros se toman una copa, porque lo han hecho toda la vida, y puede ser letal", sostiene Mar Cogollos, de Aesleme, una asociación que estudia las lesiones de médula causadas por accidentes. En una línea similar se expresa Ana María Campo, presidenta de Stop Accidentes, que trabaja en un proyecto para sensibilizar a los mayores: "Llega una edad en que la gente piensa que lo sabe todo. Cuesta mucho educar a los ancianos. Lo primero que te dicen es que nunca les ha pasado nada".

Como la práctica totalidad de los expertos, Cogollos y Campo rechazan la imposición de límites de edad. Una medida así sería discriminatoria y vulneraría el derecho de los ancianos a la movilidad. Pero consideran que hay que trazar alguna frontera. Cogollos propone, por ejemplo, que la Administración pueda someterles a pruebas más exigentes si algún familiar observa anomalías al volante. O que se limiten sus movimientos a un radio de determinados kilómetros desde su casa. "Así no generalizaríamos, pero daríamos respuesta a familias desesperadas", subraya.

Cada vez hay más personas, admite la DGT, que buscan ayuda para convencer a sus ancianos de que deben dejar el coche en el garaje porque es demasiado peligroso. Campo recibió una de esas llamadas de alerta. Los hijos estaban preocupados porque, desde la última revisión, el padre "había causado tres accidentes y parecía que todo le daba igual". Campo admite que este proceso puede ser traumático. "Cuando les arrancas el carné, es como si les arrancaras el corazón. Pierden su autoridad y su autonomía".

Donde las asociaciones de víctimas ven cierta soberbia, las de mayores constatan la "experiencia, criterio y prudencia" de los ancianos, según Mayte Sancho, psicóloga y asesora de la Fundación Instituto Gerontológico Matía (Ingema), quien subraya que se trata de un colectivo "muy heterogéneo" y que "no es lo mismo hablar de una persona de 65 años que de otra de 85". ¿Cómo debe gestionarse el espinoso asunto de hablar con un anciano que no sea consciente de los riesgos para que deje el carné? Según Sancho, lo ideal es que el propio conductor sea consciente, aunque admite que "a veces sería conveniente" intervenir de forma más tajante. "Pero el límite lo ha de poner la enfermedad, no la edad".

Los expertos coinciden en que los ancianos poseen mecanismos que, en parte, compensan su pérdida de capacidad al volante. Así, circulan de día, evitan zonas conflictivas y reducen a la mínima expresión el uso del vehículo. "Una cosa es la capacidad y otra, el comportamiento. Los mayores controlan el riesgo y se adaptan a las circunstancias. El problema llega cuando el anciano no es capaz de compensar sus deterioros. Ahí es donde hay que intervenir y el conductor debería abandonar la actividad", añade Luque.

"Los ancianos son experimentados y prudentes y conocen sus límites", tercia Luis Martín Pintado, que a los 72 años preside la Unión Democrática de Pensionistas y Prejubilados que aglutina a 2.400 organizaciones de mayores en España. Martín refiere el caso de un amigo suyo que, a los 79 años, sufrió un accidente grave: entró demasiado deprisa en una carretera y el coche volcó. "Los hijos le hicieron ver que no debía comprarse otro coche. El hombre lo ha pasado francamente mal, aunque al final lo ha aceptado", dice Martín, que reclama la intervención de psicólogos para paliar el malestar de las personas mayores. Él afronta su propio destino con humor: "Le he dicho a mi mujer que, si nota que me voy demasiado para la derecha, lo dejo".

"No hay tantos accidentes porque las rutas son habituales. La memoria procedimental está más arraigada y es muy resistente", dice Flórez, que tampoco es partidario de la prohibición porque puede "sumir aún más al anciano en la depresión". El catedrático asegura que, ante todo, hay que evitar amenazas y castigos para forzar la retirada del carné. "Esconder las llaves o pinchar las ruedas no es la mejor solución".

El presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, José Miguel Báez, coincide en que los ancianos "son más prudentes, porque poseen mayor percepción del riesgo". Los jóvenes, en cambio, "son más ágiles, pero más temerarios". A juicio de Báez y de la mayoría de expertos, lo más importante es mejorar la formación en seguridad vial de los ancianos y exigir reconocimientos médicos más severos y exhaustivos.

Según el estudio de la Fundación Mapfre, el 81% de los ancianos cree que la educación vial para mayores es insuficiente. Y casi la mitad admite que no está al día de los cambios de señales y de normativa de tráfico. "Hay que refrescar conocimientos. La formación ha de ser continua porque hay muchos cambios. No estaría mal una puesta a punto", razona Báez. "Desde que nos dan el carné a los 18, ya no pasamos más revisiones a pesar de que cambian las leyes, los coches, la tecnología... Hace falta reciclaje", coincide Campo, de STOP Accidentes.

El talón de Aquiles del sistema, sin embargo, son las revisiones médicas. Solo el 3% de los mayores de 65 años que se presentan al reconocimiento preceptivo no lo supera. Y eso que más del 30% de los ancianos sufre deterioros visuales de distinta índole. Los expertos critican la ligereza con la que, a su juicio, se prorrogan los permisos. Y denuncian las carencias de esta clase de pruebas.
"La conducción puede llegar a ser un problema de seguridad vial que afecta a terceros. Por eso hay que poner mucho cuidado con las revisiones. Han de ser más estrictas, como las ITV de los coches", indica José de las Heras, coordinador del proyecto madurez vital de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma). Hay quien miente en los reconocimientos: afirma que no toma pastillas cuando sí lo hace -el médico no puede comprobarlo- o "dice que tiene cera en los oídos cuan en realidad es que oye mal", según De Las Heras.

Los reconocimientos médicos deberían ser más "exhaustivos" porque, entre otras cosas, "los factores psíquicos se escapan y luego pasa lo que pasa", advierte Sancho, de Ingema. Luque recuerda que, desde 1997, la renovación de permisos se puede dar con condiciones: fijar periodos de revisión más cortos, límites de velocidad y de entorno, o la obligación de ir en compañía. Aunque admite que no hay tradición en aplicar estas medidas, que son "muy excepcionales". La actual normativa indica que, a partir de los 65 años, las revisiones se hacen cada cinco años. Antes, se hacía cada dos años a partir de los 70.

El debate está abierto y los expertos miran también lo que ocurre en otros países. Italia se plantea retirar el carné a los mayores de 80 años y, en Japón, se dan premios y promociones comerciales a los mayores que entregan las llaves del coche de forma voluntaria. En algunos Estados de EE UU también se han aplicado limitaciones por edad, aunque no se han demostrado eficaces.

Los gestores del tráfico coinciden en que no deben imponerse por ley límites de edad, pese a que admiten el riesgo en la conducción de los mayores y la preocupación creciente por este asunto. Lo ideal, dicen, no es obligarles a dejar el coche, sino convencerles de que es lo mejor, con la implicación de familias, psicólogos y centros de reconocimiento. El objetivo es detectar a tiempo los límites y no pretender ir más allá.

Consejos

La Unión Democrática de Pensionistas y Prejubilados ha elaborado un decálogo con consejos para los ancianos que conducen:
- Utiliza tu vehículo de día, evitando los amaneceres y las puestas de sol.
- Escoge rutas cómodas, usando autopistas y evitando en lo posible carreteras secundarias o en mal estado.
- Evita los desplazamientos largos.
- Si viajas, ingiere comidas ligeras y no bebas alcohol.
- Ten presente siempre los posibles efectos de los fármacos en la conducción.
- Antes de comenzar un viaje, asegúrate de que los asientos están colocados de manera que te permitan una conducción cómoda.
- Procura realizar los viajes acompañado.
- Mantén tu vehículo a punto y realiza las revisiones obligatorias.
- Haz revisiones periódicas de la vista y el oído y, si las necesitas, ponte las gafas (y en su caso los audífonos) para conducir.
- Como peatón, cruza siempre por los lugares indicados y asegúrate de que los vehículos se detienen antes de cruzar.


Fuente: El País.




Los conductores ya no necesitan ir a Tráfico para renovar el carné de conducir


A partir de hoy ya no será necesario ir a Tráfico para renovar el carné de conducir. Las tasas que hay que pagar para hacerlo se podrán abonar en los propios centros en los que se supere el examen psicotécnico, según consta en el nuevo Reglamento de Centros de Reconocimiento que entra en vigor este lunes.
Con esta modificación, el mismo día que se apruebe el examen psicotécnico para renovar la licencia, si se tiene carné y no se ha agotado el saldo de puntos, el centro dará un documento provisional al usuario para que pueda seguir conduciendo durante 90 días hasta que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre envíe el carné definitivo al domicilio.
Hasta ahora eran los conductores los que tenían que ir a Tráfico a pagar las tasas, aunque algunos centros ofrecían el servicio de desplazarse ellos mismos hasta Tráfico a cambio de una compensación económica. Con el nuevo cambio, todo se podrá hacer por vía telemática, así que, en teoría, los centros conectados a la DGT no tendrían por qué cobrar una cantidad adicional por este trámite.
Además, los centros de reconocimiento tendrán que remitir por vía telemática al Registro de Conductores e Infractores los historiales clínicos en los que se apoyan los informes de aptitud psicofísica al momento de realizar el examen, por lo que el Gobierno podrá constatar que los informes son el resultado de "una exploración completa del estado de salud del afectado".
Un ahorro de 7,2 millones de euros
El nuevo reglamento, que llevaba varios años pidiendo el sector, termina con la dispersión normativa que existe en la actualidad sobre esta materia y simplifica los trámites administrativos que conlleva la exigencia del informe de aptitud psicofísica para poder obtener los permisos y licencias de conducción.
El Gobierno calcula que al permitir a los centros psicotécnicos que gestionen, cuando así lo solicite el interesado, la prórroga de la vigencia de los permisos o licencias de conducción, supondrá un ahorro para los conductores de un total de 7,2 millones de euros y de 3,6 millones horas en concepto de desplazamientos, ya que se reducirán las colas delante de Tráfico.
Asimismo, se prevé que los centros puedan contratar con una clínica la prestación de servicios de oftalmología, en lugar de tener que contar con un médico oftalmólogo en el centro --lo que resultaba muy caro para los centros más pequeños e implicaba un gran número de incumplimientos del antiguo reglamento--. Asimismo, se crea la figura del director facultativo, que será el responsable de la firma del informe del aptitud psicofísica en aquellos supuestos en que el director del centro no reúna la consideración de facultativo.
Formato telemático
Los informes de aptitud psicofísica se deberán emitir en formato telemático en lugar de en formato papel, y remitir por esta vía de manera inmediata al Registro de Conductores e Infractores. Los Centros remitirán también a dicho Registro los historiales clínicos en los que se apoyan los informes de aptitud psicofísica.
Los informes de aptitud psicofísica surtirán efecto en todo el territorio nacional, mientras que en la actualidad sólo podían surtir efecto en la provincia donde estuviera ubicado el centro. Por último, se concede un plazo de seis meses desde la entrada en vigor del Reglamento para que los Centros de Reconocimiento de Conductores cuenten con el equipo informático necesario para el envío telemático de los informes de aptitud psicofísica.




El examen de Conducir también se "renueva"


Con el objetivo de mejorar la calidad de aprendizaje y forzar al alumno a pruebas reales, el examen de conducir vigente recibirá algunas modificaciones. La más importante consta de 10 minutos en los que se conduce sin ningún tipo de guía. Es decir, el alumno tendrá que manejar 10 minutos desde un lugar hacia otro, pero sin ningún tipo de instrucciones o consejos por parte del examinador. Esto conllevará a que la prueba sea más difícil, ya que el alumno deberá soportar los nervios y al mismo tiempo enseñarle al examinador que puede conducir siguiendo las reglas establecidas.
Durante los 10 minutos que dura la prueba el alumno conducirá por alguna parte de la ciudad donde se encuentre la sede de la autoescuela, citando por ejemplo un viaje al aeropuerto en la ciudad de Pamplona, Navarra, aunque esto variará según el lugar y las condiciones del conductor.

La prueba no se detendrá inclusive si el aspirante comete fallos bruscos al reglamento, pero sí podrá pararse si el examinador lo cree necesario. El objetivo es que el alumno demuestre sus habilidades en un corto período de tiempo, sin guías de ningún tipo y en un ambiente público como son las calles de la ciudad.

Además de esta modificación, se realizarán cambios con el objetivo de mejorar los conocimientos de los aspirantes. De esta manera, los examinadores estarán habilitados a realizar todo tipo de preguntas sobre los aspectos técnicos del vehículo. Por ejemplo, podrán solicitarle al alumno que detalle los sistemas de seguridad, explique como se  activan, que levante el capó y revise el nivel de aceite de los frenos o que enumere las características de los neumáticos, entre otras posibles preguntas. Sin embargo, las autoridades encargadas de realizar estas modificaciones han dejado claro que no se realizarán preguntas demasiado técnicas o que no tengan que ver con las habilidades que deba poseer un conductor adiestrado.

Por último, se ha modificado quién será el encargado de entregarle la calificación al alumno. Mientras que antes el examinador debía pasarle las notas al profesor de autoescuela y luego este comunicársela al aspirante, ahora será el primero quien lo haga de forma directa. Así, el examinador, después de concluir el examen, deberá entregarle las notas correspondientes a los alumnos sin pasar por intermediarios.

Esta prueba piloto se realizará en Navarra junto a Madrid, Barcelona, Burgos, Segovia, Sevilla y Gran Canarias, buscando alcanzar el objetivo de que España se adecue al nuevo reglamento europeo.

Fuente: http://www.iautoescuelas.com/